Me hubiese gustado…

… que la dirección y el rumbo hubiesen sido iguales…

… que el puerto al que llegamos no estuviese tan preocupado del resultado final, sino del contenido que decidimos transportar…

… que nos hubiésemos aferrado a los remos con el ansia con el que se grita gol cuando es tu equipo el que asedia la portería rival …

… que hubiésemos aprovechado que llegaba aire fresco para tensar las velas entre los que íbamos a bordo …

… sacarle partido a llevar motor.

Me hubiese gustado …

… que la deriva invitara a la reflexión, que iniciara un nuevo comienzo, que abriera el guión …

… que remar enfrentados no fuera una opción …

… que no hubiese lucha por coger el timón …

… a fin de cuentas a nadie le gusta ser  la merienda de un tiburón.

Me hubiese gustado …

… que primara el respeto …

… que se pudiera hablar de educación …

… que la prisa no llegara a capitana nunca …

… que la humanidad haga honor a la razón.

 

Una cuestión de NÚM3ROS

La vida se basa en eso y si no cuenten:

UNO: la edad de mi perro mañana.

DOS: los idiotas que hacen falta para declarar la TERCERA guerra mundial.

TRES: los nombres que se dicen al jugar al Juan, Periquito y Andrés. Cuando se trata de cromosomas empieza por TRI pero si va seguido de ,CATORCE se le llama PI. Los puntos que me dieron el martes en mi TERCER dedo de la mano derecha, independientemente del lado del que empieces a contar.

CUATRO: los dientes que me salieron a los CUATRO meses.

CINCO: los que dejaron de ser persona para violar a una chica y han sido castigados con NUEVE años de prisión.

SEIS: las cervezas que me puedo tomar un viernes a placer.

SIETE: el número favorito de mi madre, la cifra en la que acaba el día de su santo, la edad a la que mi perrita Vega se marchó a jugar a otra parte.

OCHO: la bola que nadie quiere meter primero.

NUEVE: los meses en los que se gesta una vida.

DIEZ: los amigos que nos tatuamos bhc.

TREINTA: la edad a la que menos he escrito en este blog.

SESENTA: segundos en UN minuto, minutos en UNA hora, exámenes que tiene que corregir alguien que yo conozco este finde.

CERO: las ganas de muchos al madrugar.

QUINCE: las personas en clase que hubo enseñando a leer a VEINTIDÓS compañer@s más pequeñ@s.

ONCE: las horas que me gustaría dormir del tirón.

Y así hasta llegar a INFINITO, pues es a lo que tiende todo límite en positivo o negativo.

Una cuestión de números al fin y al cabo que para much@s tenía un resultado claro y nos ha dejado marcad@s.

“Deseo que sea un despiste…”

…cuando veo/descubro cómo los hemos aprovechado.

¿El qué?

Los recursos que se nos han dado y que, como tantos regalos, tal vez no hayamos gestionado de la mejor forma.

Deseo que sea un despiste…

…cuando escucho, veo o leo un comentario sangrante que sin dar(te/nos) cuenta sale de nosotr@s para acabar hiriendo de alguna forma.

Deseo que sea un despiste…

…cuando soy consciente de que el bienestar general cada vez importa menos, de que el egocentrismo no quedó en una etapa infantil y ha copado la sociedad que compartimos sin darle ninguna forma.

Deseo que sea un despiste…

…cuando la exigencia prima ante el ejemplo, cuando la manera de pedir silencio es gritando, cuando veo/siento que el por favor dejó de existir, que se han abandonado las formas.

Deseo que sea un despiste…

…porque pensar que no lo sea desmotiva, porque un despiste lo puede tener cualquiera y siempre se está a tiempo de mejorar, porque la vida sería muy triste vista de esta forma.

Deseo que sea un despiste…

…y seamos capaces nosotr@s de ser quienes lo transforman.

¿Aceptación o pasividad?

Desde siempre he tenido problemas para aceptar las cosas que no veo acorde a mis ideas, que creo injustas o escapan a razón alguna. Puede llamarse tozudez, persona de ideas fijas o cabezota. Con el tiempo ha ido a menos, no solo se crece en edad, también en formas de aceptar. Aceptar sin ser sometido.

Hace poco que comparto piso con un nuevo amigo, uno peludo y blanco que va camino de 8 meses. En una de tantas reflexiones antes de embarcarme en esta aventura de la adopción, salió el tema con mi madre sobre cuánto me iba a ayudar Socio (mi amigo peludo) en este trabajo de aceptación.

También aparecen las incógnitas claro:

¿Un perro acepta o se ve sometido a la voluntad imperial del humano? ¿Acepta la voluntad del amo porque sale beneficiado en otras cosas? ¿Simplemente acepta la voluntad humana porque siendo el/la dueñ@ feliz, él será feliz?

Y entonces ocurren nuevos acontecimientos;

Presidentes de países con capacidad para destruir el planeta se tiran dardos envenenados para sacar las varas de medir de sus miembros mas viriles y…

Toca aceptar.

Vivo en un paraíso, reclamo de miles de turistas al año por su clima, sus playas y de pronto queda prohibido el baño en el mar porque lo hemos dejado enfermar y…

Toca aceptar.

Pero… ¿de qué forma?

Aprender a aceptar NO debe hacer personas sumisas por favor. La pasividad está bien ante unas turbulencias en un avión, nada vas a poder hacer porque escapan a nuestro control. Va siendo hora de decir lo que no estamos dispuestos a aceptar, no solo en las redes, en la vida. En esto, como en tantas otras cosas, me ilustró mi hermano pequeño hace relativamente poco. Él no está dispuesto a escuchar un chiste que denigre a un grupo social, sexo o etnia racial. O te vas tú a contarlo o se va él para no escucharlo. Conozco a gente a la que quiero y he querido mucho que ha salido perjudicada por defender y no aceptar algo en el trabajo. Familias resignadas a aceptar una enfermedad. Gente que ha tenido que digerir que otra «persona» borre a alguien de su familia. Seres humanos que deben asumir que otros no acepten su no.

Basta ya de no potenciar las capacidades que nos da ser una raza capaz de pensar, sentir y razonar.

Nadie es mejor que nadie,

ni lo es,

ni lo será,

te guste o no,

solo existe diversidad,

y esto

SÍ lo debemos aceptar.

Antes de empezar

Creo en las historias que se podrán contar a las futuras generaciones y aún en ellas se pondrán los pelos de punta, supongo que es romanticismo.

Creo en las personas, en la energía que desprenden y en que hay fuerzas que están destinadas a conocerse. En el buen hacer de los espíritus y en el poder de las ganas de hacer el bien. 

Me ganan las mentes llenas de inocencia porque tienen la virtud de volver a mostrarme cosas que creí olvidadas o ni si quiera fui capaz de ver.

Odio los tiempos y cómo quieren catalogarlo todo según sus manecillas y la cocción de cada cual.

Amo la vida porque no queda otra, y mejor amarla que despreciarla pues compartiremos camino igual hasta que alguno de los dos falle a la lealtad.

Otra ronda por favor

Aunque creo tener las palabras mas a menudo de lo que escribo, no siempre encuentro el momento para sentarme a compartirlas. Seguro que se trata de épocas.

Cambio de etapa.

Mañana, sin más aviso, toca cambiar la decena. Toda persona mayor que un@ tiende a la melancolía cuando se le cuenta cuanto vas a cumplir, el recuerdo con añoro de otros tiempos en los que las situaciones eran diferentes, las responsabilidades se veían de otra forma o se estaba viviendo algo que ya no existe.

Otra época, nueva valoración de lo que ha significado, recuento de las cosas que habías imaginado para ti en el pasado y empezar a generar diferentes proyectos. Hay una pregunta que me gusta hacerme de vez en cuando y que trato de responder de forma sincera: ¿Eres la persona que quieres ser? Si no lo tienes claro, si aparecen excusas lo primero… Tal vez haya que cambiar algo. Perfecto seguro que no vamos a ser, jamás lo deberíamos pretender, pero coherente un@ mism@ y lo que se pretenda alcanzar, es lo mínimo.

¿Aferrarnos al pasado para qué?

 Dejar marchar,

¿cometido complicado este verdad?

Una vez ha tenido lugar

no lo vamos a poder modificar,

así que,

lo mejor que podemos hacer

es aprender.

Presentémonos con ganas, los cambios no siempre son los que nos gustan o los que hubiésemos elegido, pero… el rumbo ha de seguir directo a responder SÍ a la pregunta que en cursiva debiste leer.

Yo estoy dispuesto a seguir consumiendo decenas, así que por favor, otra ronda que está ya se me acabó.

 

 

Y entonces llega el «para»

Hasta no hace mucho era de los que pensaba en que «todo pasa por algo», cosa que implica que las cosas ocurren a consecuencia de…
Y entonces escucho, que me perdone si no lo cito pero no recuerdo dónde fue, todo pasa PARA algo; abriendo un abanico de futuro ante los actos que uno lleva a cabo.

WAU! 

Si antes era consciente de la transcendencia de mis actos, ahora es como un poder supremo, y ya no solo de los míos, sino intentar seguir aprendiendo en todo lo que ocurre y descubrir el para qué ha tenido que ser así. ¿ Qué aprendizaje hemos sacado?

Ya me he encontrado con: «pero si solo cambia una palabra» 

¿y? 

Hemos hablado del poder de cada una de ellas y de pronto aparece una nueva cargada de una trascendencia cuanto menos a tener en cuenta. 

Nuestros actos seguirán teniendo consecuencias aunque sustituyamos una por otra, pero tal vez sea más fácil vislumbrar un desencadenante positivo con este mínimo cambio. 

Todo pasa para algo, cada día más seguro y con más ganas de hacer PARA ver que voy a aprender.

Lo primero que digo.

Y la cara de «este está como una cabra» que se les ha quedado a tos@s los que les he contado mi desarrollo.

Ocurre que desde hace unos meses vivo solo. El mayor reto en este tiempo había sido meter el edredón en la funda, pero entonces… Un día al llegar al trabajo escucho a alguien que fuerza su garganta para repetir un saludo que la primera vez que intentó no pudo pronunciar. Unas palabras que no eligió a quién decir, sino que por educación o cortesía dedicó a otra persona. Antes tenía la suerte de dedicarles mis primeras palabras a Vega, ese maravilloso ser (perrita) al que no me cansaré de extrañar, aunque reconozco que mas de una vez no fueron agradables quiero pensar que ella aceptaría mis disculpas. Entonces me encuentro con estas dudas: ¿estoy siendo consciente de lo primero que digo al día? ¿a quién le digo qué? ¿lo estoy aprovechando?Hace tiempo dejé entrever mi relación con las palabras en otros post: https://aprendizdeinexperto.wordpress.com/2013/11/21/una-sola-palabra/ y si puedo sacar partido productivo de esta situación, ¿por qué no lo estoy haciendo?

Animada

dirigida

consensuada

inesperada

amable

incontestable

con sentido

positiva

incuestionable

inolvidable

La primera palabra que vaya a decir cada día seguro que quiero que sea como poco… IRREPETIBLE

Como cada despertar, como todo lo que hago, pues hasta el ir a trabajar nunca sabes cuando va a terminar. Aunque sea el post número 50 y pico si no lo escribiera como el primero, menudo deseo le estaría poniendo.

Hace semanas que empecé a tomar conciencia de la primera palabra que digo y como poco; es divertido.

 

A los locos nos verán bailando…

… dice una canción de «Izal» y con la que cada día me siento más identificado.

(Loco)

Pues claro que en mi vida quiero cambiar aspectos, es una de las cosas por las que me levanto cada mañana, para mejorar y seguir creciendo como persona. A menudo, por no decir casi siempre, la lectura que hago de las cosas no se asemeja a lo que perciben los demás. Supongo que va mas allá de diferentes puntos de vista, tal vez por eso hice un ciclo de imagen y sonido, para desarrollar con o sin criterios mis propias películas. Ahora me centro en aprender a desconectar, mi cabeza es muy raro que pare de darle vueltas a algo y cuando parece que toca disfrutar, la vida me plantea algo para volver a rumiar.

(Bailando)

Entonces me descubro bailando, hacía años que no me pasaba, pero ahí estoy. Muchas mañana camino de lo que me encanta, enciendo la música, que también me habita dentro y entonces ocurre:

Te ves, que danzas, con la mente en blanco, la melodía está dentro y fluye. Eres tú o un cúmulo de cosas pero es maravilloso. A veces hasta tengo la suerte de compartirlo, pero cuando me hago consciente de que llevo un rato marcando el ritmo es cuando de verdad muero de risa.

¿Bailo para soltar preocupaciones?

¿de alegría?

¿de entusiasmo?

No lo se

pero bailo.

Me inundo de bailes mientras intento seguir creciendo, aprendiendo y disfrutando.
Si no conoces la sensación empieza por darle al botón que inicie tu canción.

¿Fijas tu atención? ¿En qué?

 A veces me sorprendo observando cosas que seguramente para otro ser humano sean una distracción: recuerdo los movimientos de un conejo que vivía en las huertas de detrás de mi casa y al que observaba cada tarde a la hora de tener que estudiar, pero no las lecciones que intenté memorizar. Recuerdo la ropa de alguna ocasión especial pero tal vez no lo que me hice para desayunar. Recuerdo gustos de personas de las que hace mucho que no se nada pero soy incapaz de acordarme de algo que hice pasada una semana.
Me gusta fijarme en las cosas, observar detalles de las personas, descubrir nuevos lugares. Me gusta mirar y aprender haciéndolo, leer en gestos y posturas, entender lo que me quieras comunicar sin necesidad de hablar. 

Dirigir la mirada, 

tarea complicada, 

buscaré en adelante

¿la forma adecuada?
Que se adecuen a diferentes formas de mirar aquellos que se incomoden cuando no les vean al hablar. 

¿La norma la escribe la mayoría social? pero si existen minorías que ni siquiera podrán observar. 

Intentemos ponernos en el lugar y dejarnos de tanto juzgar que la suerte es muy cambiante y de todo se aprende PARA mejorar.